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master neurocienciasProfesores del Máster en Neurociencia: de la Investigación a la Clínica, a su vez investigadores del Instituto de Neurociencias de Alicante, centro mixto de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha participado en un estudio sobre el origen de los síntomas de la enfermedad del ojo seco. El trabajo, que explica el mecanismo molecular que da lugar a las molestias que causa esta enfermedad, ha sido publicado en la revista Nature Communications.

El ojo seco es la enfermedad ocular más frecuente del mundo y se da especialmente en las personas mayores. Se origina por trastornos en la cantidad y calidad de la lágrima y da lugar a dolor e irritación ocular continua, parpadeo aumentado y visión alterada, que puede llegar a ocasionar ceguera. El catedrático de la UMH, Carlos Belmonte, ha explicado que “hasta ahora sabíamos que el sistema nervioso es sensible al aumento en la concentración de sales que causa a su vez la disminución en el volumen de la lágrima propia de la enfermedad del ojo seco, pero desconocíamos el mecanismo molecular responsable de la excitación de estos nervios”.

El investigador del Instituto de Neurociencias Félix Viana ha añadido que “hemos trabajado con ratones modificados genéticamente para suprimir la acción de la proteína TRPM8, que está presente en las fibras nerviosas de la superficie ocular, y hemos podido comprobar que, en condiciones similares de concentración de sal en la lágrima, nuestros ratones parpadeaban menos que los ratones que no habían sido sometidos a esta modificación genética”.

“Creemos que la proteína TRPM8 es la responsable de las señales nerviosas que les llegan al cerebro a los enfermos de ojo seco y les provocan el aumento del parpadeo y las sensaciones de dolor”, ha concluido Andrés Parra. En el momento actual, Parra es investigador postdoctoral en el Max Plank Florida Institute (Estados Unidos) y se reincorporará al Instituto de Neurociencias en los próximos meses.

El trabajo, realizado por los investigadores Carlos Belmonte, Andrés Parra y Felix Viana, ha sido realizado en colaboración con Wolfson Centre for Age Related Diseases del King’s College de Londres (Reino Unido) y forma parte de los estudios sobre el ojo seco que llevan a cabo las unidades de Transducción sensorial y Neurobiología ocular en el Instituto de Neurociencias. Estas unidades están dirigidas por los investigadores Félix Viana y Juana Gallar, respectivamente.